Si bien este no es un espacio político, creo que siendo venezolana y joven es imposible para mi
quedarme muda ante tal participación de Nacho en la Asamblea Nacional. Primero
que nada, sin hacer mayor euforia de la que merece el hecho, se me refresca el
alma de ver que por primera vez en tantos años es posible tener, de parte de un ciudadano común, una exposición
abiertamente crítica al gobierno en un espacio tan clave y contundente como
este. Como comunicadora se me escapa un respiro ante esta evidente muestra de
libertad de expresión en mi país, recurso que consideraba completamente
perdido.
En lo que a mi respecta es tan solo hace uno meses que he entrado en contacto
con este personaje, más allá de escuchar y bailar sus canciones. Siempre me ha
gustado su música pero nunca he sido fanática ni mucho menos. Algunos
acontecimientos recientes y comentarios de amigos me han hecho seguirlo en sus
redes y comenzar a descubrir su lado humano. Mi primera gran felicitación, en
este caso, va dirigida a quienes lo seleccionaron para dar este discurso en
representación de la juventud, un oportuno acierto con un incalculable
impacto. Creo que no existía actualmente mejor candidato para esto. No se sorprendan de que ahora resulte nombrado por muchos como un posible candidato a la presidencia, sus palabras y su esencia humana hicieron que se ganara esta espontánea postulación popular.
Particularmente tengo algunos problemas de atención política, por más simpático
que sea el mensaje o vinculada que esté con el interlocutor, nunca había
logrado prestar tanta atención a un discurso de principio a fin. Escuché cada
palabra de Nacho con absoluta concentración, viví cada emoción que transmitían
sus argumentos y asenté con la cabeza todas sus afirmaciones. No puedo decir
que estoy en desacuerdo con ninguno de sus comentarios, como integrante de la
juventud y completamente contemporánea al vocero me entusiasma decir que sentí
todos mis pensamientos puestos en su boca y me considero maravillosamente
representada con su participación.
Sé que posiblemente son demasiados elogios juntos, pero creo que hay que hacer
honor a quien honor merece. El mayor logro de su interlocución estuvo para mí en su primera parte, en el desahogo, en la capacidad de expresar "claro y
raspa´o", con intachable educación, respeto y cordura, la ira que todos llevamos
por dentro. Sus palabras llegaron a todo nivel de público, sin tener que caer
por ello en incongruencias o faltas gramaticales, como él mismo indica que hacen otros constantemente buscando alcanzar este objetivo. Rescato de sus palabras las que más me hicieron decir "así mismo" y sentir que si yo hubiese tenido su lugar me habría entando expresar exactamente eso.
1) Una impactante arrancada con la confesión de su postura (que ya hace tiempo había quedado clara), partiendo del autocuestionamiento del por qué se mantuvo en silencio proclamando una supuesta
imparcialidad. Es absolutamente cierto que debemos perder el miedo y que los
grises no son una realidad. Ante cualquier hecho, sea cual sea su naturaleza,
lo seres humanos somos incapaces de mantenernos neutrales; somos, aunque
queramos negarlo a veces, seres emocionales imposibilitados a escapar de los
sentimientos que se producen en nuestro cuerpo hasta de forna inconsciente.
Tomar una posición ante todo es natural e ignorarla (porque se produce siempre
en nuestro interior) es una manifestación clara de desinterés o viveza, considero que
es imposible no tener interés por aquello que nos afecta y repudio la viveza en todos sus sentidos. Asumamos con
contundencia nuestras posturas y no escondamos nuestra esencia, seamos valientes y responsables por lo que pensamos y sentimos en todo momento, eso nos permitirá, como se evidenció en esta elocución, ser mucho más auténticos.
2)Un punto relevante, del que he estado clara todo el tiempo, es el referido a
la comodidad natural que nos caracteriza como venezolanos (sin generalizar y aplicable a otras nacionalidades sin duda, pero hoy le hablo al pueblo en el que nací), según la cual,
cuando la cosa no es conmigo, no me importa y es así como años de destrucción
fueron pasados por alto por muchos hasta que el caos tocó nuestra puerta. Hay
que ser visionarios y entender cuándo las cosas pueden detonar cerca de nosotros
con bastante anterioridad, pero sobretodo hay que se solidarios, dejar el egoísmo a un lado, porque no extender la mano a quien lo necesita es preparar el camino para que la tuya quede
tendida mañana. Eso nos pasó a todos, y a muchos aún les pasa, cuando creíamos que la realidad de otros no sería nunca la nuestra, que ese huracán no tocaría nuestras casas y que nos mantendríamos en nuestra parcela, ajenos de todo, para no perturbar nuestra propia paz ¿y ahora?. No encontramos el camino, unos prefieren desviarse y hacer otros senderos, resolver como sea, como bien se dice en el país, otros despertaron y decidieron alzar la voz, con la esperanza de que no sea demasiado tarde y sin duda hay quienes aún siguen autoconvenciéndose de que esto no es con ellos. Vamos a abrir los ojos, esto es con todos, esto nos afecta a todos de alguna forma y si no es hoy, será posiblemente más duro mañana.
3) Siguiendo su orden de ideas, mi postura esta definitivamente alineada al punto
de que el fanatismo ha sido el causante principal de nuestros males de hoy, no
tener criterio propio es uno de los pecados más grandes en el que puede caer un ser humano,
desechar la posibilidad de cuestionar un planteamiento porque el líder lo afirma y asentir a todo lo que este diga, por más errado, irracional o
incoherente que sea, son sólidas bases para construir un fracaso. No esta mal
enfrentar, de forma respetuosa y racional, las ideas de otros; no sé en qué momento nos hicieron creer que eso era inadmisible. Esto no indica, para nada, que estemos en contra o a favor de algo en general, simplemente que la vida está llena de detalles y estar absolutamente orientado a una forma única de pensamiento es algo que tampoco resulta humanamente posible. Podemos estar completamente enamorados de nuestra pareja, pero notamos sus defectos e incluso al verlo a los ojos sentimos que tiene mejores ángulos que otros, de hecho es posible que solo nosotros notemos esa belleza y que para otros todos los ángulos sean poco atractivos; de esto se trata nuestra naturaleza variable, pensante y racional; cuestionar es lo que permite evolucionar, mejorar, aprender, es agregar nuevos ingredientes para hacer cada día el platillo más existo. Acostumbrarnos, dejarnos llevar y mucho peor aún aferrarnos a que alguien o algo tiene la verdad absoluta es caer en un hueco del que resulta imperante salir o moriremos asfixiados. Nuevamente vuelve la invitación a dejar a un lado los miedos por expresar lo que pensamos y sentimos, a ser valientes y a enfrentar con criterio y respeto las ideas.
4) De la segunda parte de su discurso también hay un par de argumentos que quisiera destacar, estos efectivamente desde otro punto de vista, más enfocado a dar mensajes a los jóvenes, en este sentido lo que más llamó mi atención fue el hecho de que definitivamente debemos dejar de juzgar a las personas, y no es cayendo en el típico cliché de "juzgar sin conocer", es más bien todo lo contrario, se trata de etiquetar perpetuamente por un hecho aislado, puntual o pasado. Sin duda alguna el ejemplo fue claro con la presencia de un reguetonero hablando con autoridad y criterio en la Asamblea Nacional. Las etiquetas son el peor de los elementos que componen a la sociedad actual.No es cuestión tampoco, como dicen muchos, de que "todos tenemos derecho a cambiar" es mucho más que eso, porque todos vamos a cambiar aunque nos neguemos a hacerlo, la vida nos cambia, nos enseña, nos forma, muchos van para atrás y otros al contrario, hay quienes en el camino dan giros, piruetas, hay mil formas de vivir, jamás seremos estáticos, iguales, ni homogéneos. Quitemos las etiquetas y aprendamos a probar cada vez que nos encontramos con alguien, les aseguro que en muchas de esas oportunidades será una experiencia diferente.
5) Para exponer el último punto que quiero resaltar de este discurso voy a citar una frase que yo siempre he llevado presente "las ambiciones no son malas mientras no le hagas daño a nadie", las realidad es absolutamente esta. Debemos ir por la vida creyendo fervientemente en nosotros mismos, trabajando y luchando para ser cada día mejores, como Nacho bien dijo, alcanzando metas y obteniendo méritos por ellas. La justicia humana debe responder al hecho de que quien más tenga sea quien más luche y quien no necesite, quiera o se conforme, obtenga exactamente lo que corresponde proporcionalmente a su esfuerzo. Nunca seremos iguales, siempre tendremos unos más que otros, pero no hay nada de malo en procurar más y mucho menos en tener a cambio lo que mereces, siempre y cuando en el camino para lograrlo no lastimes a nadie, de ninguna forma. Las ideas izquierdistas de la igualdad y de tener un "amo" que nos da todo van completamente en contra de mis pensamientos, soy de la filosofía de crear espacios de oportunidades para que quienes quieran las aprovechen y quien no quiera, pues es válido que no las busque, solo es importante que entienda que con ello pierde el derecho a quejarse. Yo salgo cada día en la búsqueda, unos con más fuerza que otros, pero en todo caso con fuerte convicción de obtener en la vida lo que mi esfuerzo merece.
Con estos cinco puntos reitero mi más sincera satisfacción por haber escuchado este discurso y aclaro que considero todos los mensajes presentados, y más aún los que reafirmo y complemento en este escrito, como altamente pertinentes y relevantes para ser asumidos como filosofía de vida, nos son simples opiniones políticas, son formas de enfrentar el mundo que aplican a cada detalle de nuestras interacciones humanas. No tomen estos argumentos como líneas para plantear su postura ante el gobierno de turno, úsenlos frente a cada reto que deseen enfrentar en la vida y hasta incluso en lo cotidiano. Es sin duda un mensaje coherente para motivar y construir a la juventud en un día donde se celebra su existencia.
YEI
muy bueno hija
ResponderEliminarexcelente interpretación
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