miércoles, 20 de abril de 2016

¡No tengo ropa que ponerme!.


Si se hicieran estadísticas al respecto podría apostar que entre las primeras frases que más repite una mujer en su vida adulta y adolescente, estaría ubicada "no tengo qué ponerme" junto a la imagen de un clóset lleno de ropa. La realidad, aunque cueste creerlo, es que posiblemente la mayoría de las veces que lo dice está en lo cierto ¿no me creen? Dejemos a un lado las crisis emocionales que desatan esta frase sin motivo, como las hormonas o a los kilos de más, y tendremos una absoluta inexistencia del look apropiado para la ocasión en un armario repleto.Voy a intentar explicar la veracidad de este hecho, que sin duda no será sencillo si quien lee no es mujer.

Considero existe un motivo básico, que en sí mismo se suma, se complementa y contradice para lograr la dificultad absoluta de encontrar atuendos en el clóset de una mujer. 

La naturaleza de este motivo es netamente social, pues somos cómplices de la definición de sexos según la cual: los hombres son básicos y las mujeres complejas. Esto es sin duda
 un claro reflejo del machismo inherente a la sociedad en la que vivimos, que se traduce en una tragedia para nuestro clóset al definir códigos de vestimenta diametralmente opuestos para absolutamente todo y permite así que hagamos a diario oda a nuestra complejidad natural. 

Ilustraré el punto sobre el complicado código de vestimenta social utilizando como ejemplo un simple vestido: un elemento que fue diseñado con el objetivo de cubrir y resguardar el cuerpo humano, pero especialmente concebido para las mujeres.   Partiendo de esta pieza voy a describir con qué deberías equipar idealmente tu armario:  uno largo de gala para una gran fiesta y uno corto  para cuando la fiesta no es tan grande, de cada uno de estos su respectiva versión de noche, de tarde y de día, pues es muy distinto lo que puede ser pertinente para cada caso;  luego aplicamos lo mismo para las versiones corporativas, formal y casual dependiendo del tipo de evento o reunión; es indispensable contar con uno sexy y más atrevido para salir en la noche con amigas, uno no tan atrevido para una cena con un prospecto, uno tropical para la playa y uno más elegante para las salidas nocturnas en un lugar de playa; no puede faltar el vestido fresco de domingo como para hacer algunas diligencias y el que es un poco más casual para ir de paseo, sumado a uno sencillo pero lindo como para ir al cine; hasta ahora tenemos unas 15 alternativas, que dependiendo de sus colores y telas pueden duplicarse para adaptarse mejor a las ocasiones. Hablamos entonces de que si alguno de estos falta (o muchos posiblemente) y tienes una invitación a un evento correspondiente al mismo, no tendrás que ponerte, porque tenemos clara la premisa según la que una mujer no puede ir con un vestido de flores color pastel a una fiesta de noche y mucho menos, con algo oscuro y brillante a un bautizo en plena luz del día. Pero esto no es porque ella lo sienta así, posiblemente ama su vestido pastel floreado, pero ¿qué dirá la gente si todos saben que el código es incorrecto?  

Entendido esto llegamos a otro encantador punto de la influencia social cuando se trata de usar el atuendo apropiado y es la regla de ¡no repetir! que además  se ha fortalecido con la llegada de las redes sociales, pues un vestido no se anula solo con el hecho de que los invitados a un lugar sean los mismos de la oportunidad anterior en que lo usaste, sino que al subir la foto y compartirla con todos tus conocidos, lo bloqueas completamente y para siempre. Yo insisto en que no entiendo esta regla de "ya me lo vieron" que hace que no puedas repetir ¿y si les gustó? ¿No estarán contentos de que estés bella de nuevo?.

A nosotras definitivamente nos toca representar y aparentar, cubrir el estándar que nos mide con una muy alta vara, mientras que ellos son completamente libres y se les exige lo mínimo posible. Sólo el hecho de ser representantes del sexo masculino les da todo lo que necesitan para andar como quieran por la vida; para nosotras la femineidad es indicador de que debemos estar perfectas siempre y ante todo criterio de evaluación posible. La idea que creo pone en evidencia esto de forma más clara es la barriga prominente, mejor conocida como "panza". Este es un elemento universalmente aceptado en los hombres, icono de un macho feliz al que lo alimentan bien en casa (su mujer claro está, no pretenderán que se alimente solito),  por el contrario es también un claro símbolo de descuidado en el género femenino, representa posiblemente a quien se quedará soltera toda su vida o deberá aceptar que su pareja busque fuera lo que no tiene en casa: una barriguita minúscula y plana. Un hombre con una camisa que realce y marque claramente su panza se verá perfecto, pero para nosotras, por si fuera poco encontrar el atuendo perfecto para cada caso, debemos agregarle el hecho de que debe reflejar la planicie de nuestra barriga, lo que suma a la crisis de ropa el hambre absurdo que debemos pasar en infinitas dietas para que esto pueda quedarnos bien. 

En conclusión ¿cómo pueden pedirle tanto a un clóset? incluso a un bolsillo. Realmente creo que la pregunta es ¿por qué nos piden tanto? pero sobre todas las cosas ¿por qué lo permitimos?. No entiendo la razón por la cual decimos ese "si mi amor" a la sociedad que indica cómo debemos vernos, sin importarle si quiera cómo nos sentimos dentro de eso. Esto no pretender crear una postura feminista, en la que todos somos iguales, pues las diferencias genéticas obvias no podemos ignorarlas y pienso que tienen su magia. Solo considero que será imposible encontrar algo perfecto en  nuestro clóset mientras estemos intentando estar perfectas para tanta gente y posiblemente aquí hago mayor referencia a otras mujeres que están listas a observarnos con su incisivo ojo crítico pues son las primeras que promueven tanta denigración.

Mi postura es que debemos hacer un constante homenaje a nuestro género, que es plenamente hermoso, disfrutar de la moda, claro que sí, porque es divertida, pero sin dejarnos asfixiar por nada de esto.  No pido que seamos absolutamente rebeldes ante todos los parámetros sociales, porque tampoco apoyo la anarquía, pero sí extiendo mi invitación a dejar a un lado esa crisis de ropa y uso para eso mi argumento de siempre: seamos auténticas, así será fácil encontrar siempre algo muy lindo que ponernos en nuestro clóset, porque nos sentiremos cómodos, estaremos felices y transmitiremos belleza. 

YEI


viernes, 11 de marzo de 2016

Emigrar no es para todos.



Hay un tema que está en boga en la actualidad, sobretodo entre mis compatriotas contemporáneos: emigrar. Existen un sin fin de motivos para hacerlo  y cada quien escoge su favorito como impulso para tomar la decisión, realmente eso no es lo difícil, saber que quieres buscar un mejor futuro fuera de casa es la base, la decisión  complicada es ¿dónde?. Las alternativas de destino evidentemente son múltiples; ciertos países han resultado comunes o favoritos para la actual oleada migratoria, los más conservadores o analíticos seleccionan uno de estos y los más atrevidos exploran nuevos horizonte. 

Quienes ya se han atrevido a emigrar suelen tomarse un tiempo para transmitir su experiencia en pro de aconsejar a quienes lo están considerando. También hay varios que, no han tenido el valoro o encontrado el motivo, pero igualmente hacen sus publicaciones sobre el tema, haciéndose eco de lo que han escuchado de terceros y hasta hay quienes sí se fueron a un país pero, con la autoridad que suponen les otorga tener amigos en otros, emiten juicio sobre muchos. Viendo esto dije ¿por qué no?  si soy emigrante y cuento con este espacio para compartir historias, es completamente pertinente que cuente la mía.

En mi caso particular hace varios años tengo en mente la idea de emigrar, evalué muchos destinos en diferentes momentos e incluso llegué a seleccionar, pero siempre algo ocurrió en el camino que me hizo desertar del plan, no tiene sentido traer al caso esos motivos pero puedo asegurarles que siempre el miedo formó parte importante de estos. Siendo así creo que la única forma de lograrlo fue como me ocurrió: el destino me eligió a mí. Se presentó una oportunidad imposible de rechazar y en cuestión de 2 semanas estaba yo parada sobre el famoso Cruz Diez del aeropuerto bastante confundida;  sin abrazos, sin despedidas, sin si quiera tener mi vida en las maletas que llevaba, pues era más la duda que la decisión, por lo que me fui teniendo en mente un "ya vuelvo".

Cuando inicié este camino era poca la información que tenía de mi nuevo país, lo había visitado una vez hacía ya 11 años y estuve lejos de considerarlo entre mis destinos favoritos. No tenía claro nada de lo que aquí se hacía, no tuve tiempo de informarme de la política, el mercado, las actividades, incluso de los temas de papeles; sólo algo me habían contado del clima y de la existencia de un Centro Comercial, eso era todo lo que tenía de información y lo admito era absolutamente banal. Contaba con 2 amigos en la ciudad, en los que estaba segura me apoyaría. Así arrancó mi aventura migratoria.

De este viaje que ya cumplió 1 año, no tengo quejas, en mi caso todo ha fluido (unas cosas más rápido que otras), todo se han ido dando poco a poco y yo en ningún momento he estado cerca de sentirme incómoda con nada (cosa que seguro alegrará mucho a mi familia leer). No tengo nada emocionante, traumático, increíble o absurdo que contar. Posiblemente esto es lo que menos esperaban leer, lo tengo claro, por eso quiero enfocarlo desde otro ángulo. 

Demasiados amigos me preguntan, me consultan y me piden consejos para venir a vivir aquí, otros hasta me piden que les diga si lo recomiendo como destino (una responsabilidad muy fuerte por cierto). Ante tanta interrogante comienzo a procurar contestar y es allí donde descubro lo interesante de lo que hay tras mi respuesta al entender que no sólo estoy contando mi cuento. 

En mi aventura he conocido una gran cantidad de personas, muchas de mi país pero también de otros, historias de emigrantes he escuchado muchas, de los que tienen 10, 5, 3 y 1 año aquí;  me ha tocado dar la bienvenida a recién llegados y despedir a unos cuantos para los que esto no funcionó. Cada día me apasionada más escuchar y vivir distintas historias: 

  • Una pareja que llegó con poco y a consecuencia de su esfuerzo en 2 años lo tienen todo. 
  • Otra pareja que llegó con todo pero sus planes no se dieron según lo esperado y prefirieron devolverse.
  • Una amiga que estaba bien, con vivienda y trabajo, construyendo poco a poco, pero en 3 meses no había podido comprar carro y se regresó en búsqueda del que había dejado en casa, pues no soportaba la dinámica de vida sin él.
  • Un vecino que ya tiene 8 meses sin trabajo, pero siempre encuentra un rebusque que lo mantiene y asegura que a la crisis de donde viene no vuelve así tenga que trabajar en lo que sea.
  • Un profesional al que le tocó descubrir nuevas formas de ingresos, luego de varios meses buscando encontró un trabajo en una tienda y ya se va estabilizando, sin perder la esperanza de volver a ejercer su carrera. 
  • Una buena amiga que montó un  negocio, no le fue nada bien y no le quedó de otra que regresarse.
  • También tengo un amigo que montó su negocio y sorprendentemente creció en cuestión de meses, mucho más rápido y fructífero de lo esperado. Hoy está encantado aquí.
  • Una pareja donde sólo él trabaja y les alcanza para los 2, viven ajustados pero tranquilos y felices.
  • También conocí a otra paraje a la que el trabajo de los 2 no les alcanza, están pensando devolverse.
  • Un amigo que con todas las alternativas legales en contra, logró un camino por el que obtuvo su residencia y hoy en día está arrancando un negocio que parece marchará bien.
  • Hasta tengo una amiga que al mes de llegar conoció el amor y eso cambió todos sus planes, se casó y está replanteándose ahora en familia.


Les cuento sólo algunas de las historias, porque realmente son demasiadas y no quisiera aburrirlos, mi punto en esta caso es que si le preguntan a una de las personas que conozco, les dará referencia del país basadas en su experiencia, si en consecuencia ustedes deciden lanzarse a la aventura esperando que ocurra exactamente lo mismo, hay altas posibilidades de que no sea así y se lleven una sorpresa. Si por el contrario, rechazan la idea por temor a que les pase lo mismo, pueden estar dejando pasar la oportunidad de su vida.

Mi postura con la migración es que es simplemente un paso más en la vida, una etapa, un proceso y que no es el destino, ni el lugar, sino tú mismo quien lo hace productivo, tranquilo, estable, especial o emocionante. Eres tú quien construye tu futuro. Es imposible generalizar las cosas de la vida, es como que una pareja de novios le pregunte a una ya casada ¿cómo es el matrimonio? para decidir en base a eso si se casan o no; o que un estudiante consulte ¿qué tal es ser ingeniero? para definir la carrera a elegir. Hay preguntas como ¿cuánto cuesta un alquiler o cuánto gastas en mercado? que definitivamente puedo responder, pero consulten en su propio país si sus amigos gastan en viviendo o en alimentos lo mismo que ustedes para que vean como encuentran importantes diferencia. Cómo va a comparar su posible compra en el mercado quien come de todo, con la mía que sólo como pescado y mariscos. Este es un simple ejemplo para tratar de graficar la idea. Conozco parejas que hacen una vida perfecta, tranquila y estable con la mitad de los gastos que tengo yo sola. Todo es relativo a lo que quieras, esperas, deseas y te haga sentir cómodo. 

Otra elemento que es súper importante tener en cuenta es  que no se puede hablar en general de un país por una ciudad, Colombia no es Bogotá, Ni España es Madrid, por nombrar un par. No es lo mismo, en ningún caso, vivir en la capital o en las grandes metrópolis que en las afueras y hay un montón de destinos interesantes dentro de esta última alternativa.

Últimamente he leído demasiados artículos que recomiendan, aconsejan o por el contrario desechan destinos basados en opiniones, a mi manera de ver, muy llanas y subjetivas. Mi postura en este caso es que tomen en cuenta lo más básico: un lugar donde tengan alguna alternativa legan para vivir y que cuenten con una base de ahorros que les permita mantenerse un tiempo mientras descubren lo que harán. De allí en adelante construyan su aventura, su experiencia propia, porque nadie más puede vivirla por ustedes. Cada quien tiene sus prioridades y está en ustedes establecerlas y conseguirlas, a unos les afectan más que a otros temas de clima, tráfico, seguridad, gastronomía, etc. entonces no necesariamente lo que escuchen será lo real para ustedes. 

No se fijen más de lo necesario en los demás, no digan "por qué el tiene y yo no", mucho menos intenten tener ciertas cosas, simplemente por seguir a otros emigrantes que así lo han hecho. Lleven a cabo los planes que sean congruentes para ustedes, para su realidad y su felicidad. Satisfagan sus necesidades, no las de los demás ni las del "deber ser". 

Emigrar no es igual para todos, como nada es igual en la vida. No se creen espejos que no son necesarios ni consideren como verdades absolutas todo lo que escuchan. No le den credibilidad a todo el que habla, incluso al que sepan que tiene autoridad para hacerlo, porque nadie puede hablar por ustedes de su propia vida. Lo más importante para dar este paso es tener motivos (que a nosotros nos sobran) y ganas, esto implica dejar a un lado el miedo y atreverse. El destino que escojan será el correcto, la fuerza, la motivación y las buenas energías las ponen ustedes, no el suelo que pisen. Emigrar definitivamente no es distinto a vivir. 


YEI

martes, 8 de marzo de 2016

TOP10 - Cosas de mujeres.



Ser mujer, estar orgullosa de eso y que se sienta bien que nos rindan homenaje un día al año, no nos hace feministas, no nos resta derechos ni nos pone en un nivel inferior en ningún caso. Todos los seres humanos somos especiales, pero sería mentir negar el hecho de que somos distintas y características. Aunque todas somos únicas dentro de nuestra personalidad y actitud propia, hay muchas cosas, más allá de lo obviamente físico, que nos unen y nos hacen formar parte de este grupo. Hoy,  en honor a nuestro día, a que existe esta excusa perfecta para sentirnos más mujeres que nunca y serlo en todo su esplendor, quiero contarles algunas de esas cosas que creo tenemos todas y nos hacen formar parte indiscutiblemente del género, estoy segura de que aunque sea en secreto le dan check a casi todos estas características del sexo femenino:  
  • Un anuncio de oferta en una vitrina es motivo suficiente para entrar a una tienda.
  • Todo lo malo se resuelve con chocolate.
  • Nunca tu closet tiene lo que necesitas.
  • 1 hora sin ver a tus amigas es suficiente para tener demasiado que contar.
  • Todo el tiempo quieres un cambio de look radical aunque nunca te atreves a hacértelo.
  • Aunque lo niegas, quieres que te sorprendan, te regalen flores y te consientan.
  • Dices que no, esperando que entiendan que es un sí.
  • No eres celosa, pero cuando sientes una amenaza remota, te encargas de marcar muy bien tu territorio.
  • Un matrimonio o un viaje a la playa son el detonante para pasar 2 días sin comer y poder verte bien en el vestido o el traje de baño.
  • Eres experta en técnicas de manipulación inteligente para lograr que todo se haga como quieres sin que parezca que es así.
¡Feliz día de la mujer! 

YEI

miércoles, 17 de febrero de 2016

Mis hermanos hacen más fácil mi vida.



La vida está llena de momentos de diferente estilos, construimos y navegamos sobre ellos. Los duros, lamentable e inevitablemente, son muchos, a veces hasta demasiados. Los hay de todos los tipos: familiares, sentimentales, personales y hasta laborales. Este viaje por la existencia humana es un reto constante, es una mina de obstáculos; superarlos le da sentido y lo hace emocionante. 

En oportunidades nos descubrimos incapaces de ver con claridad, pero también hay ocasiones en las que nos resulta sencillo tener los ojos demasiado abiertos; somos seres dependiente de la luz que nos ilumina el camino o que nos permite verlo de colores.  No sé si se han sentado a pensar, analizar o profundizar en el cuándo o el por qué logramos encontrar más brillo en nuestra ruta, yo he aprovechado espacios de soledad para poner mi cabeza en eso y llegué a la conclusión de que ver todo más claro es consecuencia de un estado absoluto de conciencia y de seguridad de que contamos con alguien. La oscuridad es simplemente una condición emocional en el que nos vemos solos.

Seguramente algunos de ustedes estarán pensando en la independencia y la individualidad, en el "yo puedo solo" y en el "yo creo en mí mismo"que he manifestado constantemente como filosofía de vida ¿cómo puedo contradecirme entonces? Sencillo, nosotros tomamos nuestras propias decisiones, sin duda, pero la vida la enfrentamos en conjunto, así estamos hechos, tanto que necesitamos de un ser para nacer y ese ser no puede concebir solo. La sociedad, como siempre poniendo su grano de arena, nos construyó con valores y principios grupales o masivos. Ignorar el hecho de que somos seres sociales, sería una locura absoluta de mi parte. Finalmente somos un pequeño segmento de un todo. 

Lo expuesto hasta ahora me lleva al punto que hoy deseo manifestar, quisiera tomar este espacio para hacer una declaración pública, que puede traerme varios problemas con familiares y a amigos y que incluso mañana puede ser cuchillo para mi garganta, pero siento la necesidad y no pretendo reprimirla. Me refiero a que desde pequeña he estado en contra de la existencia de los hijos únicos, no pretendo filosofar sobre el hecho de que puedan o no ser caprichosos, egoístas, introvertidos, o cuánta cosa se pueda decir al respecto, no creo tener autoridad para emitir juicios al respecto. Por el contrario mi punto se basa en una apreciación personal pero contundente: los hermanos son indispensables en el camino de la vida. 

Como les decía, inevitablemente, somos seres sociales y qué mejor socialización que aquella que estamos obligados a hacer de por vida (omitiendo a quienes deciden alejarse de su propia familia, punto que prefiero ignorar por ahora). No te permiten si quiere analizar o escoger, no tienes criterio o discernimiento posible. Los hermanos son simplemente la interacción más natural que podemos hacer en toda nuestra vida con seres contemporáneos a nosotros (o no tanto), pero que no tienen mayor interés por formarnos en ningún sentido (y cuánto nos forman sin querer). 

La necesidad de tener hermanos es para mí tan indispensable como nacer de una madre, solo que en este caso existe la posibilidad de huirle al hecho y transmito mi más sentido consuelo a aquellos que no tuvieron la oportunidad. Contar con esos compañeros de vida es realmente increíble, sobretodo si son como los míos (modestia aparte), ese complemento inexplicable, esa suma simple de complejos elementos, ese combinar obvio de argumentos, ese espacio que se llena por inercia, en momentos difíciles y en los fáciles también, esa excusa para divertirse y ese resguardo para esconderse.

Entiendo sinceramente las condiciones por las cuales alguien pude decidir tener solo 1 hijo y respeto absolutamente la elección de cada ser humano (de hecho la aplaudo en algunos casos también), pero no puedo evitar sentir, que aún y cuando el motivo sea de absoluta validez, están creando una vida a la que necesariamente le va a faltar algo.

Los hermanos son ese recuerdo que siempre está, son eso que aunque intentes negar aparece. Creo en los hermanos de vida tanto como en los de sangre, pero definitivamente la ineludible realidad de coincidencia desde el mismo primer momento de existencia los hace simplemente incomparables. 
Esos amigos consanguíneos  están allí desde el inicio para cambiar turnos, bien sea para lavar los platos o para cuidar a un enfermo. Intercambian la vida, desde la ropa hasta las explicaciones. Comparte amigos, momentos, razones y excusas; enemigos también comparten sin siquiera pensarlo demasiado. Es simple, a veces hasta básico, los hermanos y sus vivencias son definitivamente de esas cosas que la vida te endosa si preguntar, pero como siempre la decisión está en tus manos, sólo tú resuelves si quieres disfrutarlos o dejar pasar esta oportunidad y sólo estará en tu consciencia el sentimiento que se desprenda de esa determinación.

Hoy más que nunca, hoy porque sí, con tantos motivos como pocas razones, hago este sencillo homenaje a quienes forman parte de mi estructura osea, les agradezco por estar allí por mí cuando por más que quiero no puedo y me comprometo a asumir sin miedo su puesto cuando su ausencia sea inevitable. Hoy, y simplemente siempre, doy gracias a quienes me dieron la vida por brindarme el inmenso placer de tener con quien vivirla de punta a punta. Por no permitirme elegir sino hacer la mejor imposición posible. ¡Gracias!

YEI

domingo, 14 de febrero de 2016

TOP10 - Excusas del Día del Amor.



De hombres poco románticos y nada detallistas está lleno el mundo, creo que por eso fue creado el 14 de Febrero, un día universal para obligarlos a entregar al menos un momento especial a su pareja, pero si hay algo que es una característica intrínseca al sexo masculino es la facilidad para crear excusas y zafarse de sus responsabilidades, así que este día no podía ser la excepción para eso. 

Como bien sabemos hay hombres de todo tipo, desde los que tienen más habilidades histriónicas y léxico (labia), hasta los que cuentan con menos tacto, son  más rudos y directos (patanes), cada uno ajustado a su personalidad diseña sus justificativos para decirte que no tendrán una romántica velada del día de los enamorados, aquí les dejo el Top10 con las más populares a ver si haciendo esto público al menos logramos que se pongan un poco más creativos este año: 
  • Este es un día comercial, una simple estrategia de mercadeo que inventaron las floristerías para incrementar sus ventas en esta temporada baja.
  • Yo celebro el amor todos los días, para mí cada día a tu lado es especial.
  • Hoy hay mucha gente en la calle, para todo hay que hacer fila, prefiero que celebremos otro día más tranquilos.
  • Es 14, ya me quedé corto de dinero, mejor esperemos a la próxima quincena.
  • Este día es popular, yo quiero que nuestro amor lo celebremos en un día sólo de nosotros, único y original.
  • Sales a la calle y todo está lleno de corazones, eso a mi me parece súper pavoso.
  • Es el día del amor y la amistad ¿qué te parece si vamos a una reunión que organizaron en casa de un amigo?.
  • De verdad me parece de mala suerte celebrar contigo el mismo día que mis papas. 
  • Yo no soy religioso, no creo en eso de los santos y no sé quién es san Valentín.
  • He estado tan full  y complicado con tantas cosas estos días que ni vi el calendario y se me pasó por completo que era hoy.
Si eres de las que disfruta celebrar este día, entonces no aceptes ninguna excusa y exige tu momento especial; pero mi consejo (aunque suene trillado) es que te enamores de quien se asegure de que los detalles, los gestos de amor, las palabras bonitas y los cariños no sean solo un día al año, sino al menos una vez al día. 

¡Feliz día del amor!

YEI

sábado, 13 de febrero de 2016

Sobre el discurso de Nacho en la Asamblea.


Si bien este no es un espacio político, creo que siendo venezolana y joven es imposible para mi quedarme muda ante tal participación de Nacho en la Asamblea Nacional. Primero que nada, sin hacer mayor euforia de la que merece el hecho, se me refresca el alma de ver que por primera vez en tantos años es posible tener, de parte de un ciudadano común, una exposición abiertamente crítica al gobierno en un espacio tan clave y contundente como este. Como comunicadora se me escapa un respiro ante esta evidente muestra de libertad de expresión en mi país, recurso que consideraba completamente perdido.
En lo que a mi respecta es tan solo hace uno meses que he entrado en contacto con este personaje, más allá de escuchar y bailar sus canciones. Siempre me ha gustado su música pero nunca he sido fanática ni mucho menos. Algunos acontecimientos recientes y comentarios de amigos me han hecho seguirlo en sus redes y comenzar a descubrir su lado humano. Mi primera gran felicitación, en este caso, va dirigida a quienes lo seleccionaron para dar este discurso en representación de la juventud, un oportuno acierto con un incalculable impacto. Creo que no existía actualmente mejor candidato para esto. No se sorprendan de que ahora resulte nombrado por muchos como un posible candidato a la presidencia, sus palabras y su esencia humana hicieron que se ganara esta espontánea postulación popular. 
Particularmente tengo algunos problemas de atención política, por más simpático que sea el mensaje o vinculada que esté con el interlocutor, nunca había logrado prestar tanta atención a un discurso de principio a fin. Escuché cada palabra de Nacho con absoluta concentración, viví cada emoción que transmitían sus argumentos y asenté con la cabeza todas sus afirmaciones. No puedo decir que estoy en desacuerdo con ninguno de sus comentarios, como integrante de la juventud y completamente contemporánea al vocero me entusiasma decir que sentí todos mis pensamientos puestos en su boca y me considero maravillosamente representada con su participación. 
Sé que posiblemente son demasiados elogios juntos, pero creo que hay que hacer honor a quien honor merece. El mayor logro de su interlocución estuvo para mí en su primera parte, en el desahogo, en la capacidad de expresar "claro y raspa´o", con intachable educación, respeto y cordura, la ira que todos llevamos por dentro. Sus palabras llegaron a todo nivel de público, sin tener que caer por ello en incongruencias o faltas gramaticales, como él mismo indica que hacen otros constantemente buscando alcanzar este objetivo.   Rescato de sus palabras las que más me hicieron  decir "así mismo" y sentir que si yo hubiese tenido su lugar me habría entando expresar exactamente eso.
1)  Una impactante arrancada con la confesión de su postura (que ya hace tiempo había quedado clara), partiendo del autocuestionamiento del por qué se mantuvo en silencio proclamando una supuesta imparcialidad. Es absolutamente cierto que debemos perder el miedo y que los grises no son una realidad. Ante cualquier hecho, sea cual sea su naturaleza, lo seres humanos somos incapaces de mantenernos neutrales; somos, aunque queramos negarlo a veces, seres emocionales imposibilitados a escapar de los sentimientos que se producen en nuestro cuerpo hasta de forna inconsciente. Tomar una posición ante todo es natural e ignorarla (porque se produce siempre en nuestro interior) es una manifestación clara de desinterés o viveza, considero que es imposible no tener interés por aquello que nos afecta y repudio la viveza en todos sus sentidos. Asumamos con contundencia nuestras posturas y no escondamos nuestra esencia, seamos valientes y responsables por lo que pensamos y sentimos en todo momento, eso nos permitirá, como se evidenció en esta elocución, ser mucho más auténticos. 
2)Un punto relevante, del que he estado clara todo el tiempo, es el referido a la comodidad natural que nos caracteriza como venezolanos (sin generalizar y aplicable a otras nacionalidades sin duda, pero hoy le hablo al pueblo en el que nací), según la cual, cuando la cosa no es conmigo, no me importa y es así como años de destrucción fueron pasados por alto por muchos hasta que el caos tocó nuestra puerta. Hay que ser visionarios y entender cuándo las cosas pueden detonar cerca de nosotros con bastante anterioridad, pero sobretodo hay que se solidarios, dejar el egoísmo a un lado, porque no extender la mano a quien lo necesita es preparar el camino para que la tuya quede tendida mañana. Eso nos pasó a todos, y a muchos aún les pasa, cuando creíamos que la realidad de otros no sería nunca la nuestra, que ese huracán no tocaría nuestras casas y que nos mantendríamos en nuestra parcela, ajenos de todo, para no perturbar nuestra propia paz ¿y ahora?. No encontramos el camino, unos prefieren desviarse y hacer otros senderos, resolver como sea, como bien se dice en el país, otros despertaron y decidieron alzar la voz, con la esperanza de que no sea demasiado tarde y sin duda hay quienes aún siguen autoconvenciéndose de que esto no es con ellos.  Vamos a abrir los ojos, esto es con todos, esto nos afecta a todos de alguna forma y si no es hoy, será posiblemente más duro mañana. 
3) Siguiendo su orden de ideas, mi postura esta definitivamente alineada al punto de que el fanatismo ha sido el causante principal de nuestros males de hoy, no tener criterio propio es uno de los pecados más grandes en el que puede caer un ser humano, desechar la posibilidad de cuestionar un planteamiento porque el líder lo afirma y asentir a todo lo que este diga, por más errado, irracional o incoherente que sea, son sólidas bases para construir un fracaso. No esta mal enfrentar, de forma respetuosa y racional, las ideas de otros; no sé en qué momento nos hicieron creer que eso era inadmisible. Esto no indica, para nada, que estemos en contra o a favor de algo en general, simplemente que la vida está llena de detalles y estar absolutamente orientado a una forma única de pensamiento es algo que tampoco resulta humanamente posible. Podemos estar completamente enamorados de nuestra pareja, pero notamos sus defectos e incluso al verlo a los ojos sentimos que tiene mejores ángulos que otros, de hecho es posible que solo nosotros notemos esa belleza y que para otros todos los ángulos sean poco atractivos; de esto se trata nuestra naturaleza variable, pensante y racional; cuestionar es lo que permite evolucionar, mejorar, aprender, es agregar nuevos ingredientes para hacer cada día el platillo más existo. Acostumbrarnos, dejarnos llevar y mucho peor aún aferrarnos a que alguien o algo tiene la verdad absoluta es caer en un hueco del que resulta imperante salir o moriremos asfixiados. Nuevamente vuelve la invitación a dejar a un lado los miedos por expresar lo que pensamos y sentimos, a ser valientes y a enfrentar con criterio y respeto las ideas. 
4) De la segunda parte de su discurso también hay un par de argumentos que quisiera destacar, estos efectivamente desde otro punto de vista, más enfocado a dar mensajes a los jóvenes, en este sentido lo que más llamó mi atención fue el hecho de que definitivamente debemos dejar de juzgar a las personas, y no es cayendo en el típico cliché de "juzgar sin conocer", es más bien todo lo contrario, se trata de etiquetar perpetuamente por un hecho aislado, puntual o pasado. Sin duda alguna el ejemplo fue claro con la presencia de un reguetonero hablando con autoridad y criterio en la Asamblea Nacional. Las etiquetas son el peor de los elementos que componen a la sociedad actual.No es cuestión tampoco, como dicen muchos, de que "todos tenemos derecho a cambiar" es mucho más que eso, porque todos vamos a cambiar aunque nos neguemos a hacerlo, la vida nos cambia, nos enseña, nos forma, muchos van para atrás y otros al contrario, hay quienes en el camino dan giros, piruetas, hay mil formas de vivir, jamás seremos estáticos, iguales, ni homogéneos. Quitemos las etiquetas y aprendamos a probar cada vez que nos encontramos con alguien, les aseguro que en muchas de esas oportunidades será una experiencia diferente. 
5) Para exponer el último punto que quiero resaltar de este discurso voy a citar una frase que yo siempre he llevado presente "las ambiciones no son malas mientras no le hagas daño a nadie", las realidad es absolutamente esta. Debemos ir por la vida creyendo fervientemente en nosotros mismos, trabajando y luchando para ser cada día mejores, como Nacho bien dijo, alcanzando metas y obteniendo méritos por ellas. La justicia humana debe responder al hecho de que quien más tenga sea quien más luche y quien no necesite, quiera o se conforme, obtenga exactamente lo que corresponde proporcionalmente a su esfuerzo. Nunca seremos iguales, siempre tendremos unos más que otros, pero no hay nada de malo en procurar más y mucho menos en tener a cambio lo que mereces, siempre y cuando en el camino para lograrlo no lastimes a nadie, de ninguna forma. Las  ideas izquierdistas de la igualdad y de tener un "amo" que nos da todo van completamente en contra de mis pensamientos, soy de la filosofía de crear espacios de oportunidades para que quienes quieran las aprovechen y quien no quiera, pues es válido que no las busque, solo es importante que entienda que con ello pierde el derecho a quejarse. Yo salgo cada día en la búsqueda, unos con más fuerza que otros, pero en todo caso con fuerte convicción de obtener en la vida lo que mi esfuerzo merece. 
Con estos cinco puntos reitero mi más sincera satisfacción por haber escuchado este discurso y aclaro que considero todos los mensajes presentados, y más aún los  que reafirmo y complemento en este escrito, como altamente pertinentes y relevantes para ser asumidos como filosofía de vida, nos son simples opiniones políticas, son formas de enfrentar el mundo que aplican a cada detalle de nuestras interacciones humanas. No tomen estos argumentos como líneas para plantear su postura ante el gobierno de turno, úsenlos frente a cada reto que deseen enfrentar en la vida y hasta incluso en lo cotidiano. Es sin duda un mensaje coherente para motivar y construir a la juventud en un día donde se celebra su existencia. 

YEI

lunes, 8 de febrero de 2016

De qué me disfrazaron en Carnavales.


Si de contar historias se trata seguro de los Carnavales todos tenemos más de una, pero mis favoritas son las de los disfraces de la infancia.

Yo soy de la generación en la que los padres tenían gran talento para inventar disfraces, súper producidos, de esos que incluso nos hacías sentir orgullosos. Combinaban con gran gusto ropa vieja, prestada y de adulto,con papel crepé, celofán o cartulina, más algunos cortes y grapas que hacían que todo quedara perfecto.  Los más expertos le agregaban fieltro o retazos de tela con habilidades de costura.  Todo lo complementaban con mucho maquillaje y laca, ese era el secreto de aquellos majestuosos atuendos; rockero, indio, vaquero, cocinero, diversos animales y hasta personajes de películas eran logrados con sorprendente agilidad. 

La época de carnavales era sin duda tan divertida para padres como para hijos. El reto que representaba para ellos lograr un gran disfraz era muy emocionante.
Mi madre, debo admitirlo, se destacó en la mayor parte de las oportunidades. Mi infancia está llena de fotografías de tiernos, divertidos y muy bonitos disfraces, claro está la mayoría representaban cosas de las que yo nunca habría decidido disfrazarme, de hecho no tenía muy claro ni qué eran,  pero se veía bien y las historias con las que mi madre los complementaba me hacían sentir fascinada al lucirlos. Tengo recuerdos almacenados de haber sido:

- Gatita: tenía solo días de nacida y en teoría era Hello Kitty, no es muy claro el look pero sin duda era una cuchura.

- Blanca Nieves: este fue el disfraz con el que me llevaron a un estudio a tomarme fotografías, claro está nada de las súper producciones de hoy en día existían en mi época, las foto era contra un fondo azul plano y me dieron un teléfono de juguete (exactamente igual al de Toy Story) para hacer una fotos divertidas en las que yo saliera llamando. Creo que aún conserva la magia el hecho de que pudiéramos disfrutar de con tan poco.  

- Pierró: una suerte de payaso que no entendí nunca para qué era, pero estaba de moda y en todas las casas las mamás tenían muchos guindados de las paredes, así que al menos ellas entendían perfectamente lo que yo era.

- Dama antañona azul: esto era como ser una princesa en mi época, un gran vestido armado, guantes y un hermoso paraguas. El nombre era antipático pero me veía hermosa, de eso estaba segura.

- Dama antañona rosada: la única forma de mejorar mi disfraz anterior era ser toda una princesa color rosa.

- Hawaina bailarina de samba: ya de chiquita me gustaba bailar y mi mamá acertó al crear esta mezcla tan tropical tan original, era como ser la versión infantil playera de La Tigresa del Oriente, porque les aseguro que me sentía diva como ella entre animal print y telas brillantes doradas, con muchos faralados para darle brillo a mis movimientos de bailarina.

- India: este fue muy simple pero funcionó bien, pues corría por todas partes cantando y brincando como indio, gritando con la mano en la boca.

- Rockera: aquí sí fui protagonista de una oda a la improvisación; pararme el pelo con mucha gelatina,  vestirme descombinada y hacerme un exagerado maquillaje fueron suficiente para que yo agitara mi guitarra imaginaria sintiéndome la reina del rock.

- Sirenita: creo que esta fue la última vez que yo caminé por el mundo mostrando orgullosa mi barriga, creo que justo después de ese día comenzó a crecer sin control. Sin duda este fue el broche de oro perfecto pata cerrar mi era de disfraces infantiles, mi mamá construyó una perfecta cola de sirena con la que posé imponentemente hermosa ante las cámaras de la familia. Ya tenía el ego un poco subido y con este atuendo era más fácil que me sintiera la niña más hermosa del plantea, en las fotos es muy obvio que así era.

De todo esto tengo fotografías y recuerdos divertidos, me permiten tener en mente estos momentos y que no se pierdan en el olvido. Pero como no todo puede ser perfecto hay un recuerdo que me atormenta, un disfraz que fue tan terrible que nadie quiso fotografiar, asumo que procurando que lo olvidara, pero eso no paso.

Para rescatar claramente este recuerdo y lograr que entiendan lo no divertido que fue, debo iniciar aclarando que siempre fui la más alta de mi salón, significativamente más alta de hecho, y que lo de ser muy delgada no ha sido lo mío nunca. Entonces imaginen cuál podría ser el peor disfraz improvisado para una niña de esas características y estoy segura de que nunca llegarán a pensar: caramelo verde! Pues sí, eso mismo, me disfrazaron de caramelo, sé que deben estarse preguntando cómo es eso posible y yo aún hoy me lo cuestiono. 

La cosa fue realmente bastante simple, lo que no entiendo aún completamente es si el disfraz tomó a mi mamá por sorpresa, deprimida o más creativa que nunca.
Incluso intenté busqué referencias en internet y descubrí que hay mil alternativas hermosas de disfrazar a un niño de caramelo, pero la que usó mi mamá parece sólo haber estado presente en su mente.  

Ese mañana me vistió completamente de negro y tomó un sin fin de papel celofán verde botella, me envolvió muchas veces con él, desde la mitad de la cara hasta casi los pies y luego con un pabilo amarró a la altura del cuello y las rodillas creando así un caramelo viviente en mí. Claro está con importantes dificultades para respirar, hablar, comer y caminar. Así llegué al colegio, nadie preguntaba qué era porque resultaba muy obvio, ni tampoco comentaban nada, asumo que porque a todos les enseñaron en casa que si no tienes nada bueno que decir, es mejor no decir nada.

Debo admitir que en el proceso de disfrazarme y camino a la escuela mi madre hizo un muy buen trabajo convenciéndome de que tenía una original y simpática idea de disfraz, pero fueron necesarios solo 15 minutos en el colegio para sentir que quería ser absorbida por el caramelo y no aparecer nunca más. Aunque el término no se usaba en la época, fui victima de un dulce bulling gracias a mi caramelo. Rápidamente pedí a mis maestras ayuda para quitármelo y ser algo parecido a una caraota con el atuendo negras que se ocultaba debajo de las infinitas capas de celofán. 

Con el pasar de los años me ha llenado de calma entender que todos pasamos por un ridículo disfraz en nuestra niñez, muchos incluso más de una vez. Me alivia entonces el hecho de que mi balance sea altamente positivo y que tenga muy buenos recuerdos de aquellos personajes que fingí ser por un día cuando era niña. Hoy mi caramelo verde es sólo un cuento más para echar y que estoy segura de que los invitó a recordar, revivir y reír con su historia bochornosa de los carnavales de su infancia ¿no?.

YEI

viernes, 22 de enero de 2016

TOP10 - Una mala 1era cita.




Muchas veces hemos intentado darle la oportunidad  a  alguien que en su presentación inicial parece ser un buen prospecto. Las vías para estar frente a la alternativa de intentarlo son muchas: el conocido casual que decidió entablar conversación en el supermercado, el blind date que nos coordinó una amiga con “el tipo perfecto para ti”, las más atrevidas que se citan en persona con un candidato sacado de internet o la afortunada a la que el chico que conoció en la disco, un poco pasada de tragos, le pidió el número y efectivamente lo usó para invitarla a salir. 

La cena es el clásico para conocerse, explorar y evaluar si la cosa sigue avanzado, es la primera cita por excelencia y seguramente son muchas las historias que contar de estas experiencias pero vamos a resumirlas en este Top10 de las frases que al escuchar en la voz de ese “candidato perfecto” indican que se trata de una muy mala 1era cita y presagian con seguridad que eso no tendrá una segunda oportunidad.
  • Perfecto entonces vamos a cenar en ese lugar ¿Nos vemos allá a las 8:00pm?
  • ¡Qué rico hueles, ese perfume lo usa mi mamá y me encanta!
  • ¿Pedimos una botella no? ¿Prefieres ron, vodka o whisky?
  • Tranquila señorita, no necesitamos el menú, ya sé qué vamos a pedir ¿no te molesta no?
  • ¿Vas a pedir eso? ¡es casi lo más caro del menú!
  • La comida aquí es divina, a mi exnovia le fascinaba venir siempre.
  • Ya te presto atención, dame un minuto que en este grupo de whatsapp están todo el día hablando, respondo esto y listo.
  • ¿Uy la mesera está como buena no?
  • Asumo que quieres postre, debes estar a dieta ¿no?
  • Aquí está la cuenta ¿mitad y mitad?

Si escuchan cualquiera de estas ¡huyan! No vale la pena perder el tiempo. 

YEI

martes, 12 de enero de 2016

El dudoso placer de viajar.


Viajar es uno de los encantadores placeres de la vida, la variedad de escenografías, culturas y ambientes que nos brinda el planeta tierra es increíble y hoy en día son pocas las barreras que nos permiten conocerlos y disfrutarlos. Más allá de los problemas económicos que puedan estar asociados a esta experiencia o que no todos podemos viajar tanto como quisiéramos y a donde soñamos, normalmente trabajamos duro para consentirnos con al menos un paseo en algún momento del año.
La fascinación de descubrir lugares hermosos y conocer a su gente es para mí lo más atractivo de viajar, incluso dentro de nuestra propia tierra donde es posible sorprendernos con bellezas inimaginadas.  Sin embargo, un viaje no es tan simple como desaparecer de casa y aparecer en el destino, hay una parte, un poco amarga, que inevitablemente debemos experimentar siempre que decidimos emprender una nueva travesía y está asociada a la logística propia de esta.
Todo inicia unos días antes, para los más planificados unas semanas, cuando preparamos nuestro plan turístico para disfrutar al máximo ese gusto que vamos a darnos. Hoy internet es realmente una herramienta útil y poderosa para esto, pero en casos resulta abrumadora, tienes tanta información a la mano, que terminas haciendo una lista que incluye para cada día: 20 sitios turísticos a visitar, 5 restaurantes para comer y 3 planes nocturnos, con mucha suerte alcanzas a cumplir en un 50% ese itinerario y quedas con un manojo de frustraciones por no haber visto cosas que en Google se veían demasiado bellas. Por mi parte he optado por improvisar un poco más, revisar alternativas la noche anterior a cada día del paseo y luego dejarme llevar, eso libera el estrés de cumplir un retador cronograma y definitivamente si estoy de vacaciones lo que menos quiero es estresarme.
A pocos días de partir sí inicia lo que, sobretodo para nosotras las mujeres, es más complicado de este proceso: hacer la maleta. Yo normalmente la hago primero de forma mental y logro imaginar incluso el espacio que ocupará cada cosa para distribuirlo todo en mi cabeza (en la realidad nada es como lo imaginé y comienza el desastre). Luego hago una lista general de aquellas cosas que no debo olvidar y al terminar esto comienzo a armarla. Ropa para el día y para la noche, sin importar el destino siempre es necesario prever un atuendo por si hace mucho frío, ropa de playa (hasta en Canadá me pueden invitar a una piscina ¿no?), un look de gala (porque no se sabe cuándo aparece una fiesta o una gran cena elegante) y claro está, es impelable, un outfit deportivo porque debo aprovechar para hacer ejercicio ya que seguro como mucho (aunque nunca hago ejercicio y siempre como mucho, llevar la ropa hace que me sienta un poco menos culpable). Una parte muy difícil para mí es seleccionar los zapatos que se ajusten a cada caso: los cómodos para pasear, los casuales para salir, unos mas elegantes que hagan juego con la ropa de gala, cerrados, abiertos y deportivos, analizando que los colores sean los pertinentes y logrando no empacar 10 pares para 15 días.
Una vez está todo listos con los atuendos, entonces corresponde lo referente a cuidado personal: cepillo de dientes, desodorante, champú, acondicionador, cremas varias, perfume, maquillaje y demás, complementado por los medicamentos (un gran botiquín porque mujer prevenida vale por dos) y la respectiva selección de los accesorios que harán juego con todas las combinaciones seleccionadas (2 para cada atuendo por si en el momento no me gusta algo de lo elegido). Antes de finalizar es muy importante organizar los papeles: pasaporte, pasaje, reservaciones, direcciones de conocidos, efectivo y todo lo que ayude a garantizar un buen viaje. Ya con esto sólo queda repasar la lista y ver que esté todo, agregar la pijama ¡siempre la olvido! y si paso la angustia de pesar las maletas y que la balanza no dé el aterrador resultado de que hay sobrepeso, lo que significaría abrirlas de nuevo, tomar la dura decisión de dejar algunas cosas (zapatos seguramente) y reorganizar, entonces estamos preparados para partir. 

He llegado a pensar que es adrede que la mayoría de los vuelos están diseñados para ser una experiencia agotadora, salir de madrugada para llegar con tiempo suficiente del check in, pasar por migración y el chequeo de seguridad, que implica superar ese sustico que siempre tienes y que te hace cuestionarte si llevas algún liquido inflamable o algo que pueda parecer un arma blanca en tú maleta de mano, aún y cuando sabes muy bien que sólo tienes tu suéter, la latop, la almohada de avión y un libro. Aguantas la respiración y pasas este trago amargo sin problema para iniciar la aventura de encontrar la puerta de embarque. Aquí sí no me queda ninguna duda de que los arquitectos responsables de diseñar los aeropuertos se divierten muchísimo desarrollando rutas imposibles y el reto entre ellos es alcanzar la mayor cantidad de pérdidas en un día, asumo que su objetivo es agregar emoción a tu viaje desde el  inicio, haciendo que debas correr como loco sobre la hora de salida de tu vuelo, tratando de entender por qué a la puerta 32A le sigue la 32C y la 32B, que te corresponde, es un gran misterio escondido al bajar unas escaleras detrás de una columna, un cafetín y una caseta de información.

Si logras encontrar tu puerta y embarcar, entonces sientes que todo terminó y que eres un ganador, vas rumbo a tú destino y ya todo salió bien; pero olvidas que aún es que falta para estar en bikini en la playa o abrazando a Mickey, no puedes huir al detalle sorpresa que te deparan el azar y el destino, quienes seleccionaron con gran malicia a tu vecino de asiento. En este punto debo admitir que yo nunca he tenido mucha suerte, una persona normal que duerma tranquila y te deje dormir no me ha tocado nunca, pero si he tenido variedad de emociones para contar, he tenido el placer de compartir junto a pintorescos personajes:

La viejita simpática que no deja de hablar y me contó que iba a visitar a su hijo, que tenía mucho tiempo viviendo allá. Me dio detalles de su trabajo, su esposa y por supuesto habló muy específicamente sobre sus nietos, me mostró una cuantas fotos (demasiadas) e incluso me dio el tlf de Miguelito (imposible olvidar cómo se llamaba luego de tanto repetirlo) porque seguro él me puede ayudar en algo algún día.

El Sr. con cara seria, que ni dijo nada, se quedó dormido rapidito, más rápido que yo de hecho, y no perdió oportunidad para deleitarme con el mejor concierto de ronquidos sinfónicos que he escuchado en mi vida y que ha tenido lugar en la historia aeronáutica mundial. Además, no importó cuánta turbulencia hubo en el vuelo, nada lo despertó.

Una hermosa bebé, de pocos meses, que realmente estaba muy tranquila, no lloró ni hizo mayor espectáculo durante el vuelo, sólo se enamoró profundamente de mi pelo y decidió estar colgada a él todo el trayecto, haciendo alarde la la fuerza que desarrolló a tan temprana edad. 

El gordito, que no es por meterme con nadie, porque soy la primera que está lejos de su peso ideal, pero creo que cada vez que nos vayamos a comer un chocolate o una torta, debemos pensar en esa persona que va a sentarse a nuestro lado algún día en un avión, con puestos diseñados para personas de peso promedio y que vamos a generar absoluta incomodidad al ocupar puesto y medio, tomando en cuenta que en el "medio" restante hay alguien intentando descansar un poco antes de llegar a su destino. Aplastada y coordinando mis respiraciones muy concentradamente para no asfixiarme fue que alcancé a culminar las horas de vuelo con éxito.  

Pero definitivamente, quien para mí tiene el primer lugar en el top five de vecinos de avión fue el viejo sádico-asesino serial, un personaje que era capaz de producir el ambiente más incómodo con sus miradas y preguntas, sentimientos completamente encontrados al no entender si quería aprovecharse de mí o acabar con mi vida. Me obligó a aguantar las ganas de ir al baño porque no quería ni pensar en  atravesar el escaso espacio que entre la butaca delantera y él, mucho menos que pudiera seguirme en mi camino y ni hablar de quedarme dormida, al mejor estilo de Tom & Jeery, con los palillos en los ojos, porque no estaba segura si intentaría sobrepasarse o me quitará todo lo que hay en tú cartera. Me toca sonreír "educadamente" pero volteando la cara y fingir un dolor de oídos que no me permitía escuchar sus preguntas sobre dónde sería mi hospedaje o cualquier otro detalle de mi viaje. 

Hoy en día, si hay algo que espero fervientemente es que algún día la vida me depare un vuelo a medio llenar con los 2 asientos a mi lado completamente vacíos, para pagarme con una camita al mejor estilo de niño en matrimonio, todas las torturas que me ha puesto al lado. 

Logrando respirar, aguantar y dar la mejor muestra de paciencia del universo, se hace sentir ese momento tan esperado, llega el frío en la pansa en partida doble, por el temor de que el avión se estrelle al aterrizar y por saber que al fin llegaste a donde tanto anhelabas. Solo quedan 2 pruebas más para poder disfrutar realmente del paseo. Primero se repite el sustico de migración y la inspección de seguridad, pero peor aún porque no estás en tu país y si le agregas la dificultad de no hablar el idioma, entonces es casi como si la niña de El Aro te preguntara el motivo de tu visita y hasta cuándo te quedas. 

Finalmente solo es cuestión de superar la agonía de pararte frente a una correa giratoria a esperar que salgan tus maletas, que tanto te costaron hacer, con todo dentro de ellas y en buen estado, mirando a cada persona que agarra una asegurándote de que no sea la tuya por confusión y rezando a todo lo que sabes (y lo que no sabes) rezar, para que no se haya perdido o quedado en algún otro país del mundo. De lejos la ves llegar, se acerca a ti, con gran torpeza alcanzas a rescatarla antes de que sea arrastrada más a allá del metro y medio de espacio que dejan para tí los demás pasajeros que se encuentran en el mismo pan. ¡La tienes! y ahora sí no hay nada que te detenga a disfrutar tus vacaciones, caminar, conocer, comer, todo lo que se te ocurra y quieras hacer. Solo te recomiendo que no pienses en ningún momento en que vas a tener que repetir el proceso en pocos días pero agregándole a esto, todo lo que hayas comprado en el camino. 

Ahora que lo pienso muy bien,  lo del placer de viajar es una frase que veo un poco cuestionable, mejor hablaría del estrés de viajar a cambio de disfrutar unas muy buenas vacaciones. 


Yei

martes, 5 de enero de 2016

Otra oportunidad para todos.


El 5 de enero del 2014 la vida me dio otra oportunidad. Cuando dicen que la gente no aprende en cabeza ajena y que no escarmientan hasta que choca de frente con una pared, yo digo que es absolutamente real y que en mi caso solo cambié la pared por un árbol. Pero hoy les quiero contar una historia, que va más allá de describirles los hechos o de filosofar acerca de cómo aprendí a valorar las cosas simples de la vida, a entender que cada día es importante, que debemos vivir al máximo y todo lo que ya se ha dicho en muchos mensajes de año nuevo y que es una reflexión obvia de un caso como este; esta historia pretende hablarles del otro lado de la moneda.

De aquel episodio es poco lo que recuerdo, fueron muchas heridas, varios días de hospitalización, un reposo que sentí infinito e incluso un ingreso a quirófano, pero en mi mente no hay dolor ni sufrimiento. No sentí nada en el momento, ni tampoco después; aún hoy son inexistentes los recuerdos traumáticos. Cuando estuve consiente ya lo grave había pasado y yo ni lo había notado. Lo ocurrido me dejó más reflexiones que sensaciones. Ese es mi lado del cuento, pero no me cabe duda de que todas las personas que me quieren y vivieron este momento a mi lado, sí tienen en su mente muchos malos recuerdos de ese día que quisieran borrar.

Aquel día hubo muchas escenas donde no fui la protagonista: no recibí una llamada, de madrugada, con la que se me detuvo el corazón por unos segundos pues indicaban que había tenido un accidente, no viví la angustia de saber si estaba viva o no, tampoco me vi el rostro bañado en sangre, ni intenté hablarme y me noté completamente desorientada. Para mí el accidente fue cuestión  de un momento, cuando volví en mí estaba todo bien, en una habitación de una clínica, pero bien. Habían pasado casi 48 horas, que yo no siento que hayan existido, sin embargo para mis familiares y amigos fueron tristes, estresantes e interminablemente largas. Sin duda alguna es más desesperante estar del lado del teléfono que recibe la llamada que del causante de la misma.

El mal rato no terminó al saber que estaba viva y que salió todo bien en mi cirugía, en la clínica estuve 6 días, en los que mi familia debió turnarse las guardias. El reposo fue de 8 semanas más, una recuperación lenta en algunos detalles en la que varios asumieron el papel de enfermeros: mi mamá no pudo salir de casa durante todo ese tiempo para estar pendiente de mí, mi papá llegaba cansado del trabajo a relevarla ayudándome con la cena, mi hermana me organizaba los medicamentos y se aseguraba de que cumpliera el tratamiento, entre todos se coordinaban para llevarme a las citas médicas postoperatorias, que eran interdiarias, a mis compañeros de trabajo les tocó asumir muchas responsabilidades por mí si que yo tuviera oportunidad de ordenar mis cosas y contarles de qué se trataba todo. Para mí fueron 8 semanas aburridas y desesperantes, para todos a mi alrededor un ajuste de dinámica para atender mi realidad.
Fueron muchos los que se encargaron de cuidarme y mimarme, los que estuvieron conmigo y vivieron la agonía, el cansancio, la angustia y todo lo que está asociado a estos tensos momentos. A todos les agradezco inmensamente. Para mí no hubo angustias ni temores. Para mi familia y amigos sí. Nunca les he preguntado sobre este día y son pocos los que me han hecho algún comentario, pero comprendo que son historias que es mejor no revivir y que prefieren el recuerdo de que todo salió bien y estoy hoy aquí con ellos.
Ver y entender este lado de la historia me costó un tiempo, descubrir que no fue mío el papel de víctima en esa terrible mañana, incluso en esos largos días, pero finalmente comprendí que aún y cuándo somos seres independientes y capaces de tomar nuestras propias decisiones, no estamos solos en el mundo, e incluso aquello que hacemos con nosotros mismos puede hacer sufrir innecesariamente a quienes nos rodean, sin siquiera darnos cuenta.

Cada vez que atentamos contra nuestra vida, que llevamos a cabo actos irresponsables, que somos rebeldes, que retamos al peligro o que jugamos con nuestra salud, debemos estar conscientes de que a quienes más arriesgamos es a los que nos quieren. Yo no tengo claro qué ocurre con nosotros después de esta vida, solo sé que hasta ahora me ha regalado 7 angelitos guardianes, 6 de ellos estuvieron allí  hace 2 años y tendrán sus motivos para no haberme invitado a formar parte de su grupo.  Lo que sí es un hecho real es que al morir dejamos de estar aquí y de tener la vida que teníamos, la cual incluía a un montón de gente; así que el cambio lo sienten y viven realmente ellos, nosotros simplemente nos vamos y los dejamos aquí teniendo que aprender a vivir sin nosotros o tal vez nos quedamos, pero les cambiamos completamente la vida agregándoles una preocupación diaria, cansancio y tristeza.
Después de lo ocurrido una de mis principales lecciones es que no puedo ni quiero ser egoísta con quienes me han dado tanto amor, que quiero cuidarme más que nunca por ellos, porque si quiero hacerlos felices sé que una de las mejores formas es darles tiempo en positivo a mi lado. Hoy más que agradecerle a la vida por permitirme seguir aquí y mandarme a la tierra un ángel guardián que se ocupo de entregarme en manos de mi familia, quiero agradecerle por no haberles dado un dolor más grande a mis seres queridos y si hay algo de lo que me arrepiento sobre todas las cosas es de haberles hecho pasar un muy mal rato. 
Sé que la vida no es eterna y que tarde o temprano todos dejamos este mundo, pero procuraré no provocar este momento, dentro de lo que esté en mis manos.

Ya han pasado 2 años y no quiero mirar atrás, mi vida ha avanzado muchísimo, estoy sana y feliz, pero quería compartir con ustedes un poco de esta historia para invitarlos a pensar en plural y evaluar todo lo que hacemos para no afectar a los demás. 
A todos los que  han tenido un accidente de algún tipo les pido revivan el momento desde la otra silla, vean y recuerden a quienes sufrieron por ustedes, quienes la pasaron peor que nadie ese día, búsquenlos, denles un fuerte abrazo y agradézcanles. A quienes han vivieron el otro lado, quienes recibieron la llamada o corrieron a la clínica, extiendo mi más sentido homenaje por el amor, el valor, la entrega y la fuerza puesta a ese momento. Muchas gracias a todos. 
YEI